Los sintetizadores envolventes al inicio de esta canción son parte del atractivo y la magia de esta canción, un tema que, sin duda, logra trasladarnos a los años 80s a través de su sonido y cajas de ritmo pulsantes. El ambiente que crea se siente como salido de aquellos años, en donde perderse con la música era fundamental para los adolescentes y jóvenes, porque el tema transmite esa energía necesaria para comenzar con el día o para continuar con una tarde llena de caos.
La ambientación en esta canción es fundamental pues se mueve con una sutileza que no pierde el ritmo electrizante, no necesita de grandes destellos en los sintetizadores para hacernos vibrar con el sonido. Tampoco hay una voz que nos cuente una historia, pero el tema no lo necesita, pues es una de esas canciones ideales para disfrutarse en un centro nocturno, o para ambientar alguna reunión. Van Horton se encarga de regresarnos a otra época a través de su sonido y lo logra con maestría.
¡Un tema que nos traslada a los años 80s!
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