ReeToxA - Bobbie

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Desde el corazón de Australia, en la ciudad de Melbourne, un talento emerge bajo el nombre de ReeToxA, es un proyecto con un corazón rockero de un músico apasionado llamado Jason McKee y en esta ocasión viene directamente a golpear tu corazón, si eres una persona sensible, quedas bajo advertencia. Y es que ReeToxA nos presenta el primer sencillo de su álbum debut “Pines Salad”. Esta canción se llama “Bobbie”, es un tema que mantiene un estilo de balada rock pero alejándose de los clichés de este estilo, para ofrecernos una experiencia auditiva profundamente personal para él, pero que estoy convencido de que es universalmente conmovedora. Más que una simple canción, “Bobbie” es un monumento sonoro a la ausencia, es una especie de carta de despedida que nunca pudo ser entregada y una poderosa demostración de cómo la música puede servir como el único vehículo para la catarsis.

La canción se erige sobre una base que define su carácter desde el primer momento: un piano melódico y sobrecogedor. Las notas no son solo acordes, sino fragmentos de memoria, las teclas evocan una nostalgia palpable y pintan un paisaje sonoro de tonos grises. La melodía de este piano no busca impresionar con virtuosismo, sino arropar a los corazones con una melancolía que se siente familiar, como el recuerdo de un hogar que ya no existe. Es la pieza angular sobre la cual descansa todo el peso emocional de la narrativa.

Acompañando a este lamento y a su ejecución sentimental, una línea de bajo forja un camino sereno y solemne, que no busca ser protagonista pero aún así destaca tremendamente, uniendo la canción y proporcionando una pulsación constante que se siente como un latido lento y relajado, pero persistente. El ritmo, en conjunto con esta instrumentación, se mantiene todo el tiempo constante y parejo, evitando quiebres abruptos o cambios complejos. Sin embargo, esta simplicidad es su mayor fortaleza, porque se siente vivo y muy sentimental, como el ritmo pausado de alguien que camina cargando un gran peso sobre sus hombros. Los golpes a la batería son ligeros y sutiles, faltos de fuerza deliberadamente, pero esto refuerza la atmósfera introspectiva, permitiendo que la melodía fluya sin obstáculos.

Me parece importante también mencionar a las guitarras, limpias y con una delicadeza exquisita y una suavidad aterciopelada, tocando arpegios y acordes que en combinación con el piano se sienten como hilos de luz en una habitación oscura. Este instrumento no está ahí para dominar ni llevarse el protagonismo, sino para complementar y añadir una capa de una textura que enriquece el sentimiento melancólico. Aunque hay que reconocer que es en sus intervenciones esporádicas donde hay un cierto impacto que las magnifica. Y es que de vez en cuando emergen ligeros solo, no como demostraciones de destreza técnica, sino como suspiros melódicos. Son frases cortas con una clara influencia del rock americano que establecen un diálogo íntimo con el oyente, como una especie de blues triste, que a su vez actúa como un eco del dolor vocal. Cada bend acompañado de ese efecto de sustain parecen una extensión de la voz, un soporte para cuando no puede articular más las palabras, un grito silencioso que se eleva al cielo y se desvanece ante nuestros ojos y oídos, dejando a su paso una estela de tristeza.

Ante todo esto, probablemente te estarás preguntando a qué se debe toda esta atmósfera oscura y triste. Pues verás, la letra de “Bobbie” revela su núcleo devastador, un testimonio autobiográfico de una herida que el tiempo nunca sanará. Narra la historia de cuando Jason perdió a su madre, cuando ella trascendió a otro plano existencial; pero sucedió mientras él cumplía una condena en prisión. La tragedia no solamente es la pérdida, que ya de por sí debió ser un golpe emocional impresionante, sino también la circunstancia que rodeó este evento; la imposibilidad de un último adiós, el duelo vivido en aislamiento y el peso de las palabras que no se alcanzaron a decir. Este tema se convierte en un acto de redención personal, un homenaje forjado en la pasión de ReeToxA por la música como única vía de escape e intento de sanación.

La interpretación vocal es quizás el elemento más valiente y desgarrador del cual se vale este artista. Es una voz que no busca ser perfecta, su objetivo es la autenticidad absoluta. Es cruda, sin adornos, que se quiebra en momentos justos y transmite una vulnerabilidad que escapa a través de los altavoces. Se puede sentir la entrega, es palpable y también podemos percibir el nudo en la garganta, la lucha por contener la emoción y la sinceridad de un hombre que está abriendo su alma. Aquí no escuchamos a un intérprete, estamos escuchando a un hijo que le canta a su madre ausente, a quien extraña infinitamente y esa honestidad es lo que hace que podamos sentir una conexión profunda e instantánea con esta canción y con Jason, ReeToxA.

En definitiva, “Bobbie” es una obra maestra y probablemente la más personal de este artista, es una canción que tiene el poder de desarmar al oyente más cínico y arrancarle una lágrima incluso a los corazones más duros. Este tema es una elección ideal para abrir su material debut, es un susurro cargado de significado, un homenaje a la mujer más importante en la vida de su autor. Es una declaración valiente de principios que establece a este proyecto como una fuerza a tener en cuenta, capaz de explorar las profundidades de la emoción humana con una instrumentación elegante que no tiene que recurrir a una potencia desbordante, sino a una honestidad brutal. No es una canción para escuchar a cada rato, es un tema para sentirse y un recordatorio de que incluso en las cicatrices más profundas puede también existir una belleza pura.


Hay canciones tristes y melancólicas, y luego está "Bobbie", una verdadera muestra de vulnerabilidad. Un homenaje catártico, una elegía para una persona muy importante.

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